Un buen análisis de redes sociales, ya sea de una marca particular o comparativo entre marcas, implica desde nuestra perspectiva abordar, por lo menos, tres niveles básicos de investigación: contenidos, data y relaciones digitales.
Ahora bien, siempre que se requiera hacer este tipo de comparación (de marcas con su competencia, entre organizaciones o entre figuras destacadas) es pertinente abrir el espectro a realizar análisis en estos tres niveles en conjunto. En esta oportunidad, abordaremos el primero de ellos y en los próximos post profundizaremos en los siguientes:
Contenido: clave para la Reputación Digital
Es uno de los más importantes, pero el menos aplicado por las personas a nivel general (incluso por algunos analistas) ya que las redes aún no pueden clasificar cada post a nivel específico, dependiendo de las necesidades del análisis de cada industria o empresa, entre otros. Probablemente esto último irá mejorando con la incorporación de nuevas tecnologías a través del tiempo que permitirán ir modelando un poco más allá.
Por consiguiente, hasta ahora, esta baja personalización de las clasificaciones de los contenidos de las RRSS es un factor que necesita ser considerado al momento de realizar un correcto análisis.
Cuando los analistas de RRSS reciben los post de su marca o acceden a los de la competencia, esta información por defecto NO está clasificada a nivel de contenido. Es decir, cuentas con un post y su texto que aborda un tema en particular pero aún no es posible que dicha información se clasifique automáticamente identificando y reconociendo cada uno de los post, para así diferenciarlos de los otros.
Es así como en estos casos no podrás establecer rápida y eficientemente las comparaciones que requieres ya que la falta de clasificación específica hace imposible entender eficientemente de qué habló tu competencia a lo largo del tiempo.
Para ello, es necesario clasificar la propia información con la cual se dispone y también la de la competencia.
Contenido y estrategia de comunicación digital en RRSS
Nadie puede ignorar que, si tengo post propios, requiero clasificarlos para conocer si mi estrategia comunicación digital es coherente con las publicaciones realizadas.
Para muestra un botón: si durante un año a la empresa donde colaboro le interesó profundizar en un cierto contenido, necesito saber si dicho tema estuvo entre los más desarrollados o difundidos en mi trabajo durante este año. Y al saberlo, podría realizar distintos ajustes en los contenidos para conseguirlo (aumentar el número de post, cambiar el “tono” de las publicaciones, jugar con el material gráficos o videos, entrevistas, acudir a influencers, entre otras ideas).
A su vez, si tengo acceso a los contenidos de los post de la competencia también requiero clasificarlos de manera profesional para ver dónde estuvieron sus énfasis y sus respectivos impactos tanto a nivel de contenidos como de reacciones.
También con la clasificación detallada del contenido podré conocer los temas que la competencia no toca y que son importantes para la industria y, de esta forma, se abre un nuevo nicho de contenidos para desarrollar.
A modo de resumen, con la clasificación detallada del contenido podré comparar mi desempeño con algunas marcas de la industria a la cual pertenecemos y, también, abrir nuevas posibilidades al identificar los espacios de silencio temático que deja la competencia.
Peras con peras y manzanas…
Imagínate que requiere comparar los contenidos de los post de 3 marcas distintas durante 6 meses…. te será complejo porque solo posees el contenido del post y no su clasificación. Tendrás un cúmulo de información pero, con ella, no estarás en condiciones de construir su historia de análisis.
Para hacer un buen análisis necesitas homologar los parámetros de la investigación ocupando los mismos criterios para cada caso en particular (marca, organización o figura) y a nivel general (en los casos que desees comparar ). Para ellos recurrimos a los tags que deberás diseñar (palabras claves).
En síntesis, los tags deben ser conceptos sostenidos y consistentes en el tiempo, de este modo se construye la historia de reputación digital de cualquier empresa.
En cuanto a un post de una marca en específico, a igual hecho, comentario o crítica se debe utilizar siempre el mismo tag.
Por ejemplo, una empresa de buses que tiene una promoción en sus pasajes para el verano y lo refiere varias veces en distintos post debe clasificarse de la misma forma: PROMOCION.PASAJES.VERANO. De este modo, podemos construir una historia sobre esta promoción a través del tiempo y luego conocer su impacto a nivel de reacciones (que es otra etapa).
A su vez, si una empresa de la competencia presenta promociones similares sobre pasajes de verano, entonces, debemos aplicar ese mismo tag al post de la competencia. Así vamos creando con el paso del tiempo, las principales tendencias de contenido de esta industria en particular.
Clasifica lo general y lo particular
Profundizando en lo anterior, nos encontramos que junto con haber elementos comunes en la industria (como lo explicado: PROMOCION.PASAJES.VERANO) también cada marca tiene sus particularidades, las cuales requieren ser identificadas mediante su propio tag.
Siguiendo en el tema de transporte, una de las empresas de transporte a diferencia de las otras tenía una política de amigos de las mascotas para llevarlas en los distintos viajes. Esta era su particularidad, la que se identifica con el tag PET.FRIENDLY en cada uno de los post que vayan emitiendo al respecto.
De modo que, con ambos ejemplos, obtenemos una doble identificación de la información para su posterior análisis . La dimensión general, donde hay conceptos compartidos entre marcas y aquella que recoge cada una de sus particularidades.
Construcción de reputacional comunicacional
Una vez que la información que posees haya sido clasificada de manera individual o de forma comparativa a nivel de contenidos entrarás a una nueva etapa.
A partir de este momento estarás en condiciones de poder construir una parte de la reputación digital de la empresa, organización o figura pública con la cual trabajas.
La parte de la reputación digital que puedes construir se relaciona con lo que la propia marca desea mostrar, proponer o difundir entre aquellas personas que son sus seguidores. Es, en otras palabras, cómo ella misma se proyecta en su actual historia digital y esta información permite tener un punto de partida respecto del futuro que se desea alcanzar, ya sea tanto a nivel de contenidos como de reacciones.
Sin embargo, la reputación de las marcas, organizaciones o figuras publicas en RRSS también se construye principalmente con lo que las otras personas hablan en las redes sociales acerca de ella, es la denominada escucha social o social listening.
Pues bien, también existe otra dimensión, que es más tradicional pero no por eso menos necesaria, y que tiene que ver cómo los medios digitales o tradicionales se refieren o no a una marca determinada y que impactos dichas referencias o silencios podrían tener en ellas.